El rejuvenecimiento facial sin cirugía es en esencia tratamientos médicos no invasivos los cuales, tienen por objeto:
- Disminuir las arrugas de la cara (ritides).
- Mejorar la textura de superficie de la cara: Desaparecer verrugas, pliegues pronunciados, cicatrices, pelos.
- Homogenizar el color de la piel: Desaparecer las manchas de la cara
- Tener la piel más firme. Eliminar la flacidez del rostro, desaparecer mofletes.
Sin embargo, hay signos que no notamos pero que reflejan envejecimiento:
- El hundimiento de las sienes
- El aplanamiento de la frente
- La perdida de los contornos faciales
- El hundimiento de la unidad labial
- El oscurecimiento de la piel
- El aumento de los tumores pequeños en la cara
En general, existen una gran oferta de procedimientos que conducen a lograr rejuvenecimiento facial que en contexto no cubren todos los aspectos que hay que acabamos de enumerar.
Por lo general, la consulta comprende lo que le molesta al paciente que piensa que puede ser resuelto de manera fácil y aquellos que entregan toda su confianza a que el tratante haga lo que pueda hacer o lo que crea mejor.
En realidad, todo tratamiento exitoso termina siendo un consenso que incluye paciente, médico y allegados del paciente, incluyendo los nietos quienes no tienen piedad en sus comentarios.
¿Y qué, es lo mejor?
Lo mejor se resume en que los médicos “hagamos caso”, los allegados sigan hablando y el paciente sea consistente en su tratamiento.
Ante todos los objetivos específicos que acabamos de enumerar se deduce que deben escogerse caminos cortos y largos.
Un camino corto es el Botox, el ácido hialurónico y los procedimientos que logran tensar la piel momentáneamente. Todos son temporales.
Un camino largo es el tensado conseguido por medio del recambio de la piel, desaparecer manchas grandes, remover muchos, demasiados tumores de la piel.
Realmente, las cremas suelen ser limitadas en su efecto sobre las arrugas, aunque pueden mejorar la textura y el tono de la piel.
Los peelings y exfoliantes ofrecen resultados más intensos, pero deben ser superficiales para garantizar seguridad.
Las microagujas se han vuelto un recurso muy popular en conjunto con la utilización de los exosomas (AGF mesenchimal ®) unos nuevos productos diseñados para conseguir mejores efectos para recuperar textura y color de la piel.
La radiofrecuencia actúa calentando la piel.
En la cara mediante muchos sistemas diferentes terminan siendo lo mismo:
Calor que si es tolerable, se disipa y deja de estímular.
El calor , no tiene efecto sobre las manchas y si en cuanto a la textura y firmeza de la piel, aunque, de corta duración.
Existen otros sistemas que suministran calor más costosos que pueden ser ultrasonido, radiofrecuencia fraccionada, agujas con radiofrecuencia, etc. Todos estos medios pretenden mejorar la textura de la dermis profunda y media. Hemos explorado algunos, pero realmente, no hemos obtenido los efectos de levantamiento ofertados por los diferentes fabricantes.
En la cara se manifiestan en las personas desde la adultez inicialmente pérdidas de la textura y arrugas en las zonas alrededor de los ojos y la boca.
En la frente y los ojos los cambios tempranos del envejecimiento, se corrigen en la mayoría de las personas con la toxina botulínica (Botox®)
El adelgazamiento de los labios es un patrón constante en la edad madura y después viene la caída de las mejillas y la pérdida de la línea del contorno mandibular. En este aspecto el ácido hialurónico , la hidroxiapatita de Calcio son utilizados con especificaciones muy definidas, entre los diferentes productos existentes.
El envejecimiento de la piel incluye al aparición de manchas, verrugas , tumores de la piel que van poblándola y un día, pueden ser lo que motive la necesidad de un cambio.
La aparición generalizada de lesiones obliga a utilizar presición v.g el láser.
En resumen, existen 3 pilares aceptados por la mayoría de expertos para lograr el rejuvenecimiento facial sin cirugía:
- Láser
- Toxina botulínica (Botox)
- Ácido hialurónico
Nuestro rejuvenecimiento facial
Cuando hablamos de una piel sana, lo primero que nos viene a la mente es una piel libre de imperfecciones, sin manchas ni venas dilatadas.
Aquí es donde la tecnología láser juega un papel fundamental, brindando soluciones definitivas y precisas para remover lesiones cutáneas y restaurar la belleza natural de la piel.
El láser, en su uso, presenta dos enfoques: Un tratamiento general que deberá ser “fraccionado” y uno localizado específicamente para las manchas y venas.
Esta dualidad en su aplicación permite abordar de manera más efectiva y amplia los distintos desafíos que presenta la piel, aumentando las posibilidades de lograr cambios notorios y duraderos.
En el plano localizado se pretenderá conseguir resultados más permanentes puesto que se podría obtener alcanzar más profundidad y definición en las lesiones de forma tal que, se pueda removerlas puesto que, cuando una lesión regresa, es debido a su profundidad y cuando quedan los bordes de las manchas, estamos en los límites de la precisión del equipo utilizado. Siendo a veces necesario disponer de un instrumento muy puntual.
Más allá del láser, otro aliado en la búsqueda de una apariencia rejuvenecida es la toxina botulínica, comúnmente conocida como “Botox”.
Contrario a la creencia popular, el Botox no funciona en la cara como un relleno, sino que su principal objetivo es suavizar las líneas de expresión, especialmente en la frente, entrecejo y las conocidas “patas de gallina”.
A través de puntos estratégicos sobre los músculos responsables de bajar las cejas, el Botox no solo relaja el entrecejo fruncido sino que también contribuye a una mirada más abierta siempre y cuando se preserve la motilidad del músculo frontal. El arte de lograr aliviar las arrugas de la frente y al mismo tiempo elevar las cejas puede tener sus límites y obliga al seguimiento de la aplicación para encontrar dosis óptimas en los puntos mejor opcionados.
Por otro lado, el ácido hialurónico se ha consolidado como uno de los favoritos para restaurar la juventud del rostro.
Su poder para suavizar contornos, rellenar zonas hundidas y rejuvenecer la apariencia general de la cara, lo hacen indispensable en cualquier tratamiento de rejuvenecimiento facial.
Lo más destacable del ácido hialurónico es su capacidad de brindar resultados inmediatos.
En la actualidad, las técnicas de aplicación del ácido hialurónico han evolucionado, ofreciendo una gama más amplia de productos y métodos que se alejan de las primeras técnicas.
El enfoque moderno se centra en evitar la uniformidad en los resultados mediante la voluminización irreverente de la cara, promoviendo un enfoque personalizado que resalta los contornos naturales y respeta la individualidad de cada rostro.
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