Los rellenos faciales con ácido hialurónico tienen la ventaja de dar resultados inmediatos.
Se utilizan para dar contornos suaves a la cara y compensar zonas hundidas.
Son temporales.
Deben hacer efecto sin notarse.
Es una de las consultas más frecuentes en Medicina estética, cuando se comienzan a ver surcos muy pronunciados en el centro de la cara.
El éxito se consigue en un equilibrio entre presupuesto y el beneficio. 
Sin embargo, no es una intervención definitiva, es algo para que, si le gusta, lo puede repetir.
La experiencia muestra que una primera dosis insuficiente tanto como un exceso, son situaciones que el paciente no repite.
Ser más prudente da la sensación del faltante, desencanta.
Y aunque, el exceso puede solucionarse con la “hialuronidasa” esto también afecta la ilusión.   
Los rellenos faciales de ácido hialurónico son confiables, de fácil acceso, adaptación y reversibles.
Hay 3 tipos diferentes para aplicación profunda, media y superficial.
Los profundos proyectan zonas hundidas, definen contornos.
Los medios compensan pliegues relativamente suaves. 
Los superficiales deben integrarse bien con la piel.
 Los rellenos profundos duran hasta dos años.
Los rellenos medios duran en promedio un año.
Los superficiales según su estructura, se mantienen por periodos entre 1 y 8 meses.
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Rellenos faciales profundos y medios en conjunto:

En el plano profundo, un material más voluminizador proyectará  partes óseas que se desnudan con el tiempo.

Las prominencias malares, el mentón, contorno mandibular, las sienes por lo general necesitan rellenos de este tipo.

A planos medios, la integración en zonas de elevada gesticulación es prioritaria.

Los pliegues entre la nariz y los labios, entre los ojos y el maxilar, debajo de las óbitas y algunos cambios de las bolsas grasas acentúan los mofletes.

Relleno del mentón:

Puede ser necesario compensar la caída del mentón y mejorar la textura irregular de la piel.

Rellenos de los surcos en marioneta:

Los rellenos pueden redondear o masculinizar toda la unidad de los labios.

Para el surco de marioneta se debe considerar toda la unidad centro facial, desde las maxilas hasta las mandíbulas. 

Y también, las comisuras labiales. 

Surcos nasogenianos pronunciados:

Es tal vez la zona que más notan los pacientes.

Se generan cuando ocurre retroproyección del maxilar superior, pérdida de la grasa central y abultamiento de los paquetes grasos que forman los mofletes.

Relleno de labios:

Tiene por objeto corregir asimetrías, hundimiento de las comisuras, pérdida de volumen del bermellón.

Los rellenos en esta zona piden adaptabilidad, sostén en las comisuras y voluminización con adecuada integración, hidratación sin mayor volumen y pocas molestías posterior al procedimiento.

Contorno malar y mandibular:

Tienen por objeto corregir pérdidas del contorno normal de la cara.

 Se generan tanto por cambios en los huesos como de la grasa que los recubre.

Fosas temporales:

Es una zona por lo general ignorada por el paciente y provoca un aspecto de envejecimiento notable.

Frente:

El relleno en la frente se utiliza para proyectar los hundimientos supercicliares y centrales.

Cuando el entrecejo muy hundido no se corrige con la toxina botulínica.

La inyección en esta zona mejora el hundimiento del reposo en muchos casos.

Lóbulos auriculares:

Es otra zona poco percibida por el paciente, corregir la pérdida del volumen del lóbulo auricular ayuda a sostener el arete.

Rellenos faciles superficiales:

Son rellenos directos de arrugas finas.